Desesperanzada realidad

Y de pronto me sentí perseguido,
Tropezando con ramas viejas de ambición y egocentrismo,
Viendo reflejos fugaces de intensión en espejos rotos,
Sus filos me hacían daño, parecía que hablaba solo,
Aullé tu nombre esperando respuesta,
Cegado por los destellos me engañaba sintiendo mi eco,
Esos destellos que me susurraban penetrando mis poros
Advirtiéndome que su sonido hería mis ojos.
Ojos los tuyos que nunca podré mirar,
Sin sentirme ahogado con cuerdas hiladas a la inseguridad de mis actos
¿Llegará el día, vez alguna, entre bondad y penumbra
Que me sientas como yo lo hago, a pesar de que sea un pacto?
Será nuestro pacto secreto, aunque tú nunca te enteres
Y yo callándole al cielo, le hablare de lo que no sabes
Eso que de mi, tal sarmiento no ha brotado
Va y se anuda en mis penas, encerrando lo más profundo
Y yo entre plumas sentado, esperando al imposible milagro
Comienzo a sentir que tú nunca, podrás estar a mi lado
Mas sabes tu por los vientos, que esperanza es el ultimo engaño
Yo a esta no la pierdo, ya que es a lo que me aferro.

 

Parece toda una declaración de amor, pero si no se lo dices a ella, quizá nunca lo sepa o nunca se entere. Está bien desnudar el alma y dejarlo escrito en versos.
Un placer leerte.
Besos.

 

Gracias por tu comentario y tu consejo eralda. Ella ya se enteró, ahora estamos juntos