Deshauciados

Personas que Dios ha desahuciado
caminan descalzas por el hambre,
con los pies llagados de desprecios,
por esas sendas de las maldades.

Sufren la ignominia del rechazo,
laceran sus carnes los puñales
que cercenan la ilusión perdida
entre la basura de las calles.

Van buscando un Dios que ya no existe
y un cobijo donde ya no caben
buscan la quimera que soñaron,
la quimera que tal vez no hallen.

Por aquí deambularán perdidos
con el rumbo hacia ninguna parte,
a la espera de un absurdo sueño,
que a deshora, tal vez aún les salve.

 

Un gran placer leerte, amigo. Abrazos.

 

lindo poema, saludos y sigue así

 

gracias Angelique, por tus calurosas palabras.
Un abrazo,
CArlos

 

Carlos... una realidad triste... o una triste realidad... Para ti el abrazo y para ellos otro aún más fuerte... gracias poeta por escribir sobre estos temas que aprisionan los nudos en la garganta de esta servidora...!

 

Gracias Anna por tu comprensión para con todos los desahuciados y conmigo mismo.
Abrazitos muy, muy fuertes,
Carlos