Despedida

Tuvo que ser entonces...
cuando callaron los ruiseñores,
las dulces mariposas,
perdierons sus colores...
el arco iris, se vistió de noche.

Caprichosa luna,
que no quiso alcanzarme,
con su escasa luz y tenue mirada,
amarga cortesía, tacto de nácar.

Me abandonó sin consuelo,
en lo más recóndito, del pensamiento,
viviendo en tinieblas.
Infame vida con sabor amargo
y clandestinas estrellas.

 

La cara mas triste de las despedidas, cuando no hay ni el consuelo de una mano diciendo adiós.
Hermoso poema Anaa. Un abrazo.

 

Gracias por tus. Bellas palabras. Un abrazo

 

Así debe ser mi querida poeta, en ese momento de decir adiós, el mundo
se vuelve al revés y seguramente allí sucedió todo tu poema. Bellamente
esbozado por cierto, sensibles imágenes que nos llevan por ese arduo y
triste camino del adiós. Besitos apretados en tus mejillas.

 

Gracias por estar aquí y leer miss letras. Un fuerte abrazo. Cuidate mucho