Despertar

Nebuloso con mi rostro tierra ¡nictálope!
me interno en las soledades sombrías de mi bajeza
auguro viacrucis indefinidas decepciones de héroe
profesías ebullendo largas melodías de tristeza.

Robo a la frialdad su displicencia mi nueva escudera
que reconforta la apatía sexual en mi derrota
injurio la belleza desapercibida de una umbela
navego pilando las granuladas olas de mi congoja.

¡Victoriosa! ¡sideral! la muerte espera
con sus brazos abiertos emplumados y añejos
observando burlona mi enojo y mi torpeza
subestimando el dormido despertar de mis sueños.

Apacentaré la yaga que ya seca y refrita
ostentosa de nacimiento y de nueva era
inspira en la terrible pena que la agonía suscita
la dulce cadencia de vida que la ilusión anhela.

Y hoy dormido sobre los senos de los huertos
ajeno a tus besos tu engaño y dolorosas herpes
como un muerto que despierta incrédulo de su sueño eterno
asi despierto del sueño de la vida para recibir la muerte.

Tato Ospina.