Despertares.

Que sueño tan bueno,

te tenía en mi regazo,

mi virtud crecía en pleno,

y no tenía que ocultarlo.


No hay que postergar,

ni esconder el impulso,

así te lo exprese total,

en mi sueño profundo.


Soñando te soñé,

y tus formas de mujer,

mojaban mi soledad,

y ya no te quería soltar.


Esa sensualidad,

imposible de ocultar,

que te caracteriza,

y la piel me eriza.


Me pertenecías,

sin ningún freno,

tan bella y tan mía,

continuaba mi sueño.


De que son esas fantasías,

que se forman de madrugada.

las situaciones más reprimidas,

que en el inconsciente estallan.


Despertares sin iguales,

aun con el sabor de boca,

no discriminan edades,

solo nuestras ansias locas.


Así que dulce doncella,

volverás a mis tierras,

entrando por la ventana,

en esta noche callada.


Aquí no aplican reglas,

tenemos la noche entera,

te quiero sudar a mares,

y esos dulces Despertares.

 

Apasionadas letras que dibujan despertares muy calurosos, bello escrito, saludos!