Devenir

Perdido en un anacronismo,
en un Buenos Aires que idolatra,
en un Buenos Aires que lo ignora,
inmerso en Homero/Borges,
Ulises cavila en su encierro…
esta quietud no es monacal,
es reflejo de la calle
con sus pálidos faroles
y su lumpen cotidiano,
un tango que nadie baila
y un vino que nadie bebe;
esta noche, alguien muere,
la gallada está de luto.
La eternidad no es más que una serie infinita de despedidas,
viajes inconclusos y obsequiados sepulcros.​

 

Un placer pasar a leerte y concoerte a traves de tan bello poema.
te dejo un cariño y saluditos desde esta Buenos Aires
fantastico en verdad me ha encantado leerte.

 

COLIBRI

¡Buenos Aires, Buenos Aires!
Todo viento me lleva hacia allá, pareciera ser mi destino.
Gracias por lo que dices, me hace sentir bien tu saludo esta mañana de sospechosa calma.

Fue un placer recibirte.

 

VIVIANNE LAGO

Gracias por pasar, la luna de cemento y las estrellas de plata te acompañen en tu retorno.

Saludos

 

ASALIAH

Gracias mi cielo, recibo tus palabras con una sonrisa, vuelan caricias para ti, bailemos.

Un abrazo