Dicen

¿Dónde están los días azules, los verdes, los amarillos?
Cuando el silencio no dice nada, ni las sombras salen por la noche.
Cuando tu voz declina en un momento de quietud
con navajas en el tiempo.
Puede decaer la sonrisa de los árboles tras las rejas de los ríos
y el dolor de parto de los montes no dan su grito.
Dicen que escriba un diario, pero que no ponga tu nombre
dicen que borre del papel tu seña, que no hay respuesta en la piedras.
Existe una línea fina entre la vida y la muerte;
la dibujan los colores del agua.
Dicen que compre un camiseta que me haga sentir alegre;
que solo lleve diez pesos en mi bolsa,
y no cargue libros porque son pesados y me vuelvo jorobada.
Dicen que compre pilas los domingos y no los lunes,
que ignore al desgraciado y guarde mi dinero
Dicen que me pare,
que me siente,
que no vaya,
que me quede,
que me calle,
que no grite,
que no sienta,
que no debo
que no puedo.
Empiezo a sentir sed, mucha sed,
y tú eres mi agua,
pero dicen que no existes.
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Guadalupe Cisneros Villa
Monterrey NL/ Dallas Tx
2/9/2021

 

Yo creo que sí hay que ponerle nombre a todo aquello que hiere o acaricia, porque nombrar es asumir.
Me encanta la introspección de este poema, las primeras líneas me parecen preciosas.
Un abrazo, Guadalupe.

 

Angustia hecha poema, Guadalupe. Gracias por compartir tu arte.
Dani.

 

No solo los colores del agua, también las luces del atardecer dibujan la línea de separación entre la vida y la muerte. Yo también estoy del lado de los que creen que toda agua que pueda calmar cualquier sed no es más que un espejismo. Como ves, siempre tan optimista.

 

Muy agradecida estimada poeta-amiga por sus palabras de apoyo, mi respeto en un abrazo de colores siempre es un lujo tener su huella en mis letras...

 

Más allá de todo aquello que dicen están nuestros sentimientos, esos que nos describen los colores del mundo. Un bello poema nos comparte, gracias! Saludos.

 

Dicen... Pero no es lo que digan, es lo que habita y vive en el corazón.
Dicen... Mas yo siento el vacío en las manos, que se aferrar a recuerdos sin presencia ni cuerpo.
Dicen... Y a pesar de todo tengo que vivir la propia vida, arrastrar los pies en el caminar diario y buscar colores que me pinten el alma.
Besos azules, Guadalupe.

 

Poema con toques místico. Felicidades poeta. Un abrazo