Diferencia.

¿Diferente? Prefiero serlo antes que ser como ustedes,
juventud mal hecha, juventud maltrecha.
Esquizofrénico de amor hacia el hermano,
pero odio hacia el hermano, también.
No puedo servir como persona,
no puedo servir como amigo.


¿Diferente? Me gusta que me llamen así,
en el fondo de mi alma, mía; solo mía,
aunque inexistente, presente, mi alma,
mi única salida, única compañera evasiva,
única, pero irreal.
Cuan despacio presentía la daga de conciencia,
la droga esclarecida que no era tan mala como parecía ser.
Cuan necesitado estoy de consejero,
de un amigo que pueda conversarme sin mentirme,
que pueda hablarme sin articular palabra alguna,
que pueda escucharme siendo yo mudo,
que pueda verme con los ojos cerrados;
¡Oh, cercano, pero a la vez lejano, amigo!


¿Diferente? Será por la indiferencia.
No hace falta pensar para saber lo que se siente,
lo que se siente estar solo a causa de apatía.
¡Oh, soledad,
cuánto te necesito,
cuánto te detesto,
cuánto te extraño,
cuánto te odio,
cuánto te quiero!
Eres mi única amiga,
mi única consejera,
única que realmente existe,
que está conmigo,
acompañándome todo el día,
y toda la noche en el sueño.


¿Diferente? Si, soy diferente,
y eso me hace igual a todos,
a todos los que se sienten diferentes.
Diferente, tan ambigüamente, diferente.
Diferente. Creo serlo, pero creo, también, no serlo.
Si, soy diferente,
igual a todos, pero diferente.
Como aquella oveja en busca de otro rebaño,
soy diferente, pero a la vez igual.
¡Oh, diferencia, cuanto te aprecio,
aunque compartida, solo mía eres,
diferencia!

 

Sentir la diferencia que nos separa de otros es admitir lo que no somos, lo que no nos gusta para luego saber lo que queremos. Es esa diferencia la que nos hace únicos. Largo camino el de buscarse a uno mismo y encontrar la identidad del ser. Muy sentido poema. Me ha gustado leerte, amigo. Un abrazo.