Domingo temprano

Un grillo canta retrasado.
Alguien descansa en un umbral
después de haber bebido estrellas.
Las viejas que van para la misa
lo miran se ríen y comentan.

“¡Boteyero,
boteyero,
boteyero!”

Tres veces el grito anticipa
para que la gente busque:
papel, metal o vidrio,
lo que usted pueda darle
a él le sirve.

Caballo cara de viejo,
pasos resignados.
Repiquetear de casco en adoquines.

Me faltaría sólo: latir en un abrazo contigo.
Un beso sonoro
agregar quisiera,
para completar la banda sonora
de un domingo a la mañana.


Boteyero: Es “botellero” escrito con “y” a propósito porque la “lle” se pronuncia igual que “ye” en Buenos Aires.