Duele.

Llevo el dolor incrustado en mi pecho,
como quién se va muriendo,
una daga envenenada clavada en el alma.

Llevo la pena cargada, los ojos llorosos
como muchos de mis compatriotas,
sufrimos las muertes de gente cercana,
de gente que amamos por un agente invisible
que nos está mermando.

Pero hay otros agentes visibles y poderosos,
corruptos y burócratas que nos están matando,
pero hay otras taras inhumanas y egoístas
que nos están acabando, como la corrupción enemiga
que se llena los bolsillos con las arcas del estado.

Tenemos miedo, congelados, respirando con dificultad, inspirando,
saturación: 70%, el miedo nos embarga y el amor nos amarra,
guíados por nuestros sentimientos, estamos caminando casi ciegos,
adoloridos, por tanta injusticia e inequidad,
aniquilados por tanta iniquidad.

Mientras la economía se reactiva a costa de nuestras vidas,
mientras el oxígeno se acaba y los profesionales tienen
que entrar en dilema moral ¿quién vive y quién morirá?

Mientras todo se descalabra y la gente se acaba,
mientras las personas no tienen que comer,
ni agua potable,
hemos estado hablando tanto años de progreso,
¿de qué clase de progreso?

Duele,
con cada centellar de estrellas, duele
con el cielo celeste y la gente en las calles haciendo colas interminables, duele
recibir el bono, pensión, con miedo a contagiarse,
duele,
duele cada lágrima caliente,
cada segundo que pasa en el segundero... duele.

 

Muy cierto todo lo que dices, comparto tú pensamiento.

SALUDOS!!!

 

Doloroso versos cargados de realidad.
Saludos.

 

Muchos abrazos fraternos colegas, muchas fuerzas ante esta tragedia.