Dulce coincidencia

Dulce coincidencia


El niño con el piyama a rayas

Dulce destino la tácita fuerza de la coincidencia,
la amistad y su ternura y lo real de su esencia.
Capaz de subsistir ante la oscuridad que la rodea,
en presencias de muerte que por la vida navegan.

La ansiedad de la aventura con simpatía llama,
profesando feliz el tiempo, que con esperanza aclama.
por sobre la voraz agonía del que muerte implora,
extendiendo sus redes de corrupción villana.

¡Benditas las razones salvadas de una cordura nefasta!
¡Las ingenuas travesuras que los sueños despiertan!
Aun si alrededor la muerte siniestra se imponga,
secuestrándose la vida que con gemidos implora.

¡Benditas las dulces palabras que cariño rozan!
¡Las incontables fantasías que ilusiones derrochan!
No importa ya que la muerte sacie
enloquecida su hambre,
si la eternidad del amor con su inocencia regresa.


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huellitas me han conmovido tus palabras, dulce y bellas para pensar muchas veces besos

 

Marian querida, qué lindo que hayas venido a leer estas huellas en el aire. Bendigo enormemente tu presencia. En verdad el amor es nuestra mejor herencia.

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Placentero visitarte. Felicidades.

Saludos,

 

Gracias, Rogelio.

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Conmovedoras lineas que me han hecho
recordar el limbro y pelicula. Ha sido muy
grato leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Que bello poema nos regalas, expresas las cosas grandes... grato leerte en esta emotiva entrega de letras.

 

Muy hermoso poema, digno de tu pulcra inspiración!! Me ha encantado! así como quede fascinado con esa conmovedora película!!! Mis saludos!!

 

Sí, y es increíble...pero más allá de toda la destrucción y la matanza, la inocencia de los niños prevalece así como también la fuerza de la amistad.

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