Dulce encanto

DULCE ENCANTO​

Puro exceso enlatado en carmín y sudor,
zapatos altos, vacuna contra el desamor...
Ahoga el llanto en labios ajenos:
ella nunca te va a echar de menos.
Es la Venus que busca en cualquier pantalón.

Piel suave, envoltorio de un alma carnal.
Una historia pasada de estatua de sal:
herida abierta, fruto prohibido,
morada antigua del ángel caído...
Tiene dudas: también tiene que respirar.

Dulce encanto, quebranto, dolor y temblor...
Dulce encanto y espanto, tristeza mayor...
Muñeca rota arrojada al vacío,
lágrimas dulces como agua de río
nunca amada por ningún galán seductor.​

 

A pesar de su aparente "dulzura" es un poema duro, triste. De todas formas que ha gustado mucho. Felicidades

 

dolorestarragona: El "dulce encanto" lo es, necesariamente, para el encantado pero, lamentablemente, pocas veces pensamos en la hechicera que realiza el tal encantamiento.

Quizá por eso es duro, porque tiene que serlo.

Gracias por comentar. Un placer encontrarte por mis ripios.

 

Parece que el encanto se disfrazó de mujer fatal, escondiendose del desamor. Quizás debería dejarse seducir por un encantador seductor, y no seducir ella.
Un poema con un mensaje muy profundo, estructurado de una forma perfecta.
Saludos y estrellas.