Echar raíces

Ella, la sin hogar,
la mujer del adiós,
su "hasta luego" inextinguible,
su "hasta pronto" permanente.
Fue niña helada, la sin hogar,
con sus muñecos de hielo
y sus recuerdos de nieve.

Ella, la sin hogar,
con sus caídas de muros,
fue occidente
y fue oriente.
Mujer salvaje,
en sus latidos los volcanes,
entrañables paisajes, de lagos y otavalos.

Ella, la sin hogar,
mujer sin rostro,
mujer sin nombre,
confundida, de identidad perdida.
Niña de nieve y mujer salvaje.
Regresa, vuelve, ama,
y aprende a echar raíces.

 

Este poema es autorreferencial, un intento de contar con pocas palabras el duelo de los desarraigos, migraciones, mi vida en los paises en los que he vivido y el deseo de, finalmente, echar raíces...

 

Me recuerda a la película "Un lugar en el mundo" y a la canción de Miranda-warning "aquí-dejo-de-buscar"

 

Excelente la emocionante calidad del arte soberbio y maravilloso.
Jorge Lemoine y Bosshardt, "Estrella Máxima" de Mundo Poesía.

 

muchas gracias

 

Me alegra que le haya gustado, muchas gracias, saludos