El Daño.

En el año cero,
privilegiados pioneros,
tuvieron virgen,
de lo que aun resiste.

Bebían del ojo de agua,
que nacía en las entrañas,
purificados con tus ríos,
y se sabían bendecidos.

Luego de un par de milenios,
ya no buscamos el sustento,
tantos lujosos condominios,
no indican seamos dignos.

Todo hoy se siente diferente,
el suelo parece que resiente,
por tanto abuso y maltrato,
y no perdona al ser ingrato.

En algún lugar consterna,
cambia el flujo de marea,
y con terribles sacudidas,
nos recuerda vieja herida.

Dicen cada medio siglo,
amanecemos invadidos,
por el polvo del Sahara,
con atardeceres naranja.

Hoy me toca contemplar,
a este fenómeno inusual,
algunos lo ven con miedo ,
y aunque nadie sea eterno.

Perdónanos el daño,
ya no morder la mano,
de quien nos da de comer,
tierra, marea, madre, mujer.

Si pudiera volver al pasado,
besaría a mi madre las manos,
que trabajaron sin descanso,
sembrando fértil vida a diario.

Perdónanos el daño,
y regálanos otro año,
dejadle caminar descalza,
humanidad el tramo falta…

 

Profundidad reflexiva en la mirada que se hace testigo de la voz de la naturaleza querido amigo...
Un gusto leerte...cuídate mucho!!
Te abrazo con todo mi cariño...
Nancy