El faro

Huidiza criatura. Transparente
vestigio del olvido, hoy has vuelto
con tus alas dormidas y resuelto
a entregarme a las aguas de la Fuente.
Fuente de los misterios, tan remota
como el tiempo en que huyó la amanecida
de mis miembros heridos y la vida
ascendiendo hacia ti de gota en gota.
Y fue tu anuncio un súbito oleaje
en mitad de este páramo que habito,
un arrullo de sombras, un mensaje
contra la voluntad que no se ha escrito.
Arrástrame, lo ruego, presuroso,
arrástrame a esa Fuente de reposo.