El Frío.

Descolgandote desde los techos,
cual capa sobre el paseante medieval,
duro, majadero, estable mudo,
te dejaste caer sobre el vagabundo,
bestia despiadada lo apañaste,
lo hiciste dormir y descansar,
eres un perfecto asesino,
un efecto natural que mata sin pensar,
te siento en mis huesos y lucho contigo,
a veces tratas de ganarme,
pero solo me haces temblar de miedo,
vuelves con el tiempo,
vuelves a lo tuyo.

 

Buen poema, simple y al margen de la retórica desmesurada de la mayoría de los otros poemas que se publican por aquí.