El hornero.

Con paja y barro crea la morada
que le presenta un cálido y seguro
sitio en la rama, próspero futuro
del ave bajo el ala de la amada.

Envuelto en un plumón de su adorada,
él canta por los dos, por el maduro
y prolífico amor, por el conjuro
del cielo: pluma y vida enamorada.

El arco de Cupido lo ha flechado;
plumas alborotadas de un sendero
que marcan un regalo no esperado,

el canto de sus crías, el sincero
deseo de ser padre, ya logrado,
en los largos veranos de febrero.

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Febrero nos da el impulso para crear bellos versos para el amor, no sé porqué pero en estos versos me he sentido flotar, son divinos y salgo complacida por tu lectura. Abrazos poeta.

 

Bella obra mi querido Danie.
Elegante y suave. Me ha encantado.
Besos con cariño. Saludos.

 

Que belleza.Son exuberantes..canto melodioso y relevante para el alma.Un soneto importante.

 

Me encanto leerte danie. Un abrazo

Pedro

 

Excelente y muy hermoso soneto, estimado Danie, en el que dejas de manifiesto tu sensibilidad poética. Yo, personalemente, habría intentado evitar la rima categorial, pero sólo es una apreciación personal. Siempre un placer pasar, te deseo suerte.
Saludos cordiales.

 

Gran sensibilidad poética destilas en este precioso soneto.

Sigifredo

 

Excelente soneto sobre el hornero, estimado Danie,
tiene mi APTO;
un saludo cordial,
edelabarra