El pozo

EL POZO

Llegaste como pasajera provisional
Me enseñaste a llorar.
Espejo de dolor me afanaste el dulce color del día a día.
Absorbes mi ilusión.
...Quien te conoce se rinde a tus pies, implora lágrimas que se confunden con sueños que en algún lugar persiguieron sus dueños.
Aspiro volver a ver el brillo del mañana
Distinguir mi sonrisa en tu espejo
Dormir con la convicción de que al despertar habrás hecho las maletas,
En ellas mis miedos, y lamentos de impotencia
Falsos prejuicios con los que a tu llegada fui regada.
Marchitas mi alma y privas mi calma.
Alza la mirada desde el fondo de tu falso pozo.
En lo alto las voces de familia y amigos.
Suelta lastre.
Rompe con las olas del miedo.
Destierra la niebla de la impotencia,
Aparta el peso de la indecisión.
Aférrate al tren de los sueños, aquel que sufriste partir.
Su fuerza tus miedos.
Su vida tu agonía.
Su tenacidad tu desidia.
Su superioridad tu flojedad
Ahora ante mi espejo limpio y desprovisto de tu niebla observo mi cuerpo desnudo.
Vuelvo a sentirme mujer,
Cuerpo de curvas que invitan a nadar en el.
Ojos que insinúan momentos prohibidos.
Cabello suelto a vaivén del piropo.
Mis labios el tesoro anhelado.


Llegaste como pasajera provisional
Me enseñaste a llorar.
Espejo de dolor me afanaste el dulce color del día a día.
Absorbes mi ilusión.

...
Quien te conoce se rinde a tus pies, implora lágrimas que se confunden con sueños que en algún lugar persiguieron sus dueños.
Aspiro volver a ver el brillo del mañana
Distinguir mi sonrisa en tu espejo
Dormir con la convicción de que al despertar habrás hecho las maletas,
En ellas mis miedos, y lamentos de impotencia

Falsos prejuicios con los que a tu llegada fui regada.
Marchitas mi alma y privas mi calma.

Alza la mirada desde el fondo de tu falso pozo.
En lo alto las voces de familia y amigos.
Suelta lastre.
Rompe con las olas del miedo.
Destierra la niebla de la impotencia,
Aparta el peso de la indecisión.
Aférrate al tren de los sueños, aquel que sufriste partir.

Su fuerza tus miedos.
Su vida tu agonía.
Su tenacidad tu desidia.
Su superioridad tu flojedad

Ahora ante mi espejo limpio y desprovisto de tu niebla observo mi cuerpo desnudo.

Vuelvo a sentirme mujer,
Cuerpo de curvas que invitan a nadar en el.
Ojos que insinúan momentos prohibidos.
Cabello suelto a vaivén del piropo.
Mis labios el tesoro anhelado.
Mis caricias suspiros de amor.

Hallo la fuerza robada.
Abrazada a la vida dejo la huida.
Con decisión y precisión.
Exenta de compasión ¡Adiós! Depresión.

 

Es bueno y profundo, en toda su extensión!