El reloj

Aprieta mi mano con fuerza y me mira confusa por su naturaleza rompe a llorar
en silencio pero por dentro grita.
Escucharme egoístas,
debo haberme confundido de planeta,
en esta tierra estéril que no deja proteger mi alegría.
Angustia por la noche se multiplica por el día,
al ver en el espejo esa anorexia enfermiza e incomprensible.
Imposible de curar sus cicatrices. Sensible.
Como esa vieja muñeca que guarda en el baúl de sus momentos felices,
pero esos momentos aún más la deprimen.
Te deseo lo mejor yo el que escribe y tiembla al comprender tu sufrimiento.
El peor de los crímenes ver pasar cada segundo en ese reloj en el que
nunca suena el timbre.

 

Situación difícil de resolver. Ojalá lo consiga. Grato leerte. Un saludo.