El teléfono.

Minando la impaciencia...
¿Qué estará haciendo?
No puedo soportalo
y la cabeza se me va,
gira todo lento, muy lento.
¿Qué estará haciendo?

Las palabras que leo
pierden su sentido
se convierten en dibujos
que no entiendo.

Y el teléfono no suena,
desespera ¡Suena!
No...inmóvil en la mesa,
no vibra. Nada.
Silencio.

Tic
Tac
Tic
Tac

Martillea mis adentros.

Cuando pasa de las seis
sólo el teléfono sé mirar.
¡Llama! ¡Llama!
que yo debo esperar.

El orgullo se me mezcla
y no agacho las orejas
¡Jamás! Estúpido...
todo esto es estúpido,
irracional.

ESpero el sonar del teléfono
y no puedo estudiar.

 

... me dio risa el final, no por tus escritos sino por mis recuerdos, quien no a estado más de una vez en ese incomodo lugar, mirando el telefono, quizás sintiendo un sonido falso que solo ruge en tu mente...
me encanto, sentí la agonía que te producía la ansiedad...
ojala te haya llamado
saluditos
Marianella

 

jajaja, si, Marianella...dudaba en escribir ese final porque sí que da risa xD pero es así como me salió el poema, en ese momento estaba intentando estudiar y no hubo manera, tenía el teléfono al lado y me sentía frustado, porque ni estudiaba ni me llamaba.
Muchas gracias por el comentario. Besos!

PD.- me llamó, pero cuando habían pasado horas (más vale tarde...)

 

Me alegro que te parezca un buen poema, Lore! Lo peor de esa situación es las ganas de llamarla que tenía, pero como siempre lo hago decidí aguantar...y menos mal que me llamó ella al final que si no... mas bien, menos mal que a veces pasan cosas que deseamos, aunque tarden en venir ¡Besos!

 

Una sensación que todos hemos pasado en algún momento...
Me gustó como se deja traslucir la impaciencia y la ansiedad, pero el esperar a pesar de todo.