Ella

Ella descubrió
que había un paraíso en otro lugar,
sus palabras le arrancaron una sonrisa
y sus ojos florecieron
después del crudo invierno.
Durante un mes se quemó, se abrasó
en el fuego de la pasión,
como ave fénix resurgió
y comenzó a volar.
Pero de pronto él se fue,
y la dejó con el trago
más amargo: el olvido.

 

Ojos verdes:

Cierto un trago amargo, pero ¿y lo vivido?, ánimo antes de amanecer todo es más oscuro

Un saludo

Jaime

 

Me has dejado esperando la segunda parte. Esta muy lindo ojos verdes. Me llevo al lugar justo donde pude sentir el invierno, la pasion y luego al termino de la relacion. Un triste final. Un beso, chao:::hug:::

 

Te doy la razón Jaime, a pesar de lo amargo, lo vivido siempre se recuerda. Al final lo malo termina desapareciendo o mitigándose y queda lo bueno. Gracias por rescatar este poema de hace tanto tiempo y uno de los primeros que escribí, mil besos

 

Pues me temo querida Nuria que no hay segunda parte, aquí se acaba. Pero me alegra que te gustara, siempre serás bienvenida en mis versos, mil besos