Esperanza

Créeme cuando te digo,
que el sol quema
pero te deja ver.
Que algún dolor, a veces,
es menester porque te enseña
o te causa placer.
Créeme cuando te digo,
que no tengo silencio
si no te oigo.
Que no tengo paz
sin la artillería de tus ojos.
Que no tengo equilibrio
sin la tormenta de tu andar,
que va desgarrando mi fantasía.
Créeme, si mi vida
va de cavida
a tu precisa rima,
a tu canto de brisas
que dejan tus aromas
en el camino de tu vida.
Créeme cuando te digo,
que mi mayor acto romántico
es mirarte fijamente
en los intervalos de tu desinterés.
Que todo cambia,
desde los sentimientos
hasta como tus ojos me pueden ver.
Por eso, créeme cuando te digo
que no todo está perdido
ni todo está dicho.

 

No todo está dicho, pero con este poema los deseos se vuelven realidad.
Muy bello poema.
Un placer.
Saludos.

 

Gracias!

 

Harto de sol vuelvo del campo, pero se agradecen una buenas letras con el café.
Muy romántica esta artillería de versos, y cada imagen y metáfora que evoca todo aquello que aún no está perdido.
Un saludote y agradecido por el momento de lectura.

 

Gracias a usted por darse el tiempo de leerme. Saludos.