Filmosofía.

Los dos, entrelazados, sospechábamos que había un ladronzuelo,
oculto en el armario de nuestra habitación.
Me levanté y abrí sus puertas, de par en par.
Por allí, atisbé un remolino eléctrico que me atrapó, y reaparecí en la sala de estar.


Aquello no tenía explicación. Era un hecho científico que tiene que ver con las puertas dimensionales.


Siete dimensiones hay espiraladas, y cuatro, rectilíneas ( espacio y Tiempo ).
Siete dimensiones musicales.
Sub-atómicas o cuánticas.
Y eso afecta a todos los continentes de la madre Tierra.


Nos introdujimos nuevamente por el hueco, para tele-transportarnos.


Era gratificante. Tal vez, podríamos viajar a través del Tiempo.
Hay puertas dimensionales para cada proyecto turístico, incluso inter-planetario.
Como en el triángulo de las Bermudas, donde desaparecen aviones y barcos,
sin explicación plausible. Esos remolinos invisibles y eléctricos, los chupan y se los tragan.


Nos besamos...





Te quiero y te tengo; eres mía. Mi talismán.
Mi emblema, mi acento...
Mi tino. Filmosofía.
Eres mi academia de cine, donde aprendo tanto.

 

interesante concepto, me parece más espiritual que de carne hahahaha, ya veo cosas, grato leerte

 

¡ Qué simpática ! Has rescatado del olvido, este interesante poema.
Me alegro por tu afán creador.
Ayudándome a mí, ayudas al mundo entero.

 

Interesante historia para leer entre líneas, me ha gustado amigo Nommo pero no te lo creas mucho solo somos dos poetas en continuo aprendizaje. Abrazote vuela. Paco.

 

Gracias, Paco, por observar que somos leves, como un abanico.
Y por dejar tu huella en mi pobre obra poética.