Final

Terrible el eco
de esta lluvia negra
que desgarra las rocas
de la catedral oscurecida,
recordando el inicio de la inocencia
y el rencor del dios más frágil.

Todo es un grito
que se renueva en cada grieta.

Nuestro final es más cercano
al palpito de los gusanos
que al fornicio de los ángeles.

Espérame bajo la sombra del ahorcado,
sobre el llanto de la mandrágora,
para poner fin a la absurda
contradicción de la carne,
que enmascara un dolor
buscando nuevos vientos
para encontrar su reposo.




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Mil gracias Rosmery por tus amables palabras, es un placer saber que fueron de tu agrado.
Un abrazo a la distancia.

 

Poeta, la verdad que maravilla de poema y las imagenes son expectaculeres,
estabá pensando pedir prestada la última que uso en su poema, me gustó mucho.
Abrazos Regios en la distancia y nunca deje de escribir.