Frio

Sobre las frías sábanas un cuerpo se recuesta,
entre ellas se acurruca buscando calor,
solo el de su cuerpo encuentra,
se lo robará la cama.
Tirita el alma en la penumbra,
se arropa con la carne que le cubre,
musita una oración sin saber adonde.
Lágrimas se hielan en la almohada.
¡Qué callada es la noche sin un nombre!
¡Qué vacío el tiempo sin un rostro!
¡Qué imposible el sueño en la nada!
Se revuelve entre las sábanas un hombre.
Se revuelve entre la carne un alma.​

 

Será por el sistema (somos tantos...) que trabajo cuesta contestar... Ahi van mis estrellas a tu talento.

 

Pedro, gracias por tu visita.
Quedo siempre dispuesto a tus sugerencias y correcciones.
Un muy cordial saludo.

 

Tiempo ha que no me visita el tranquilo sueño, y en ocaciones me dedico a vagar por la madrugada.Hoy llegué aqui y me encontre con un reflejo en sus letras,gracias por escribirlas.
Un abrazo.

 

Amigo Julien, la ausencia de sueño reparador nos aboca aún más a la melancolía. Los problemas externos y la agitación interior son buenos amigos del insomnio, pero también buenas musas.
Gracias por tu paso por mis letras.
Un cordial abrazo.