Frío

El ocaso es un maravilloso espectáculo,
Los hielos del norte son como diamantes gigantes,
Y Heme aquí desterrado a este lugar,
Que aunque mágico es triste,

El licor se hace bendito en mi garganta,
Y el recuerdo de tu traición amarga mi existencia,
Ayer mi amigo y hoy mi enemigo,
Por causa de una mujer....

Me abrigo con el cuello de la chamarra,
Tratando de olvidar la escena de tu muerte,
Mis manos por más que las limpie llevarán tu sangre,
Condenado a estos hielos eternos,
A olvidarme de lo que gane y al mismo tiempo perdí,

Nunca podrás poner suficientes clavos en el ataúd de tu enemigo,
Pero en este caso solo te ahorque,
Y dejé tu cuerpo a merced de la naturaleza,
Y ahora vengo aquí a tratar de comprender

Frío intenso que roza mis mejillas,
Y la noche cae,
Pronto la aurora boreal estará en los cielos,
Y nunca podré quitarme este sentir,

Se que la justicia es divina,
Pero al final solo soy humano no dios,
Y a el parece no importarle mi asesinato,

Amigos o Enemigos,
Que fácil es caer en ese juego,
Véanme a mí, matando a mi mejor amigo,
Pues bien que sean las noches,
Que sea mi conciencia que me torture,

Porque mientras aquí mirando el cambio de estrellas,
Sonreiré por mi futuro y no veré más mi pasado...



Lord Vélfragor

 

Que buen poema es éste, bien escrito y estructurado, un tanto escabroso pero, si la poesia no es para removernos el alma entonces no sirve de nada, bien amigo, sigue escribiendo.
Saludos.
Alaric.