Genocidio-haraquiri

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Ver un Genocidio ante un bol de palomitas
mientras piensas en tu propio beneficio.

Al Papa le va bien que los dioses de otra gente
toleren el derrame de la sangre de sus hijos
y de la sangre de otra gente.

Los árabes disfrutan el haraquiri de Israel.
El mundo odiará a yanquis y judíos.
A ellos también.

Somos la esperanza, ahora el comunismo.
Gritan para ellos que será futuro ateo
este mundo, hermanado y solidario.
Amén.

El yanqui asegura su castillo y lo agranda
por decenios. Aseguran su mina de oro
en un Oriente tan próximo como los dientes
que mastican a los hijos
y a los hijos de los hijos de los hijos
de los otros.

Los ultras de derechas lloran de alegría.
¡La fuerza es lo que vale en este mundo!
¡Somos arios, superiores. Muerte, esclavitud
para los seres débiles de esta Tierra de Darwin!

Este Genocidio es un haraquiri
para todos los judíos de la historia.
¿Dónde se esconde
tanto premio Nobel?

¡Dios te salve, María!
Acoge en tu regazo
a tanto niño masacrado
y a tanta gente inocente.
Si es que existes, María.
Si es que existes todavía.



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La perversidad avanza, compañero.
El cielo del mundo...
El cielo se ha oscurecido (¿de drones?
¿de ofertones? ¿de cáusticos, de impávidos espectadores?).
Toca preservar la semilla
de los rigores del odio.
Que el exceso de humedad
o la sequía
no estropeen la memoria.
Que se sepa.
El depredador algún día
también acabará
mordiendo el polvo.
Aunque el bosque nos cuesta la vida.

Gran saludo.