Guerra

aroma de dolor,

destellos de felicidad

apagados por la penumbra

de la soberbia y la indiferencia,

entre rosas y orquídeas

de inocencia nace el fantasma

de la guerra...



implacable asoma la muerte,

cazando sueños de inocentes

y el delirio de cobardes continúa,

un niño llora,más tarde millones

serán... ¿qué culpa tienen ellos?​

Dios no perdonará a esos cobardes

que una lágrima hicieron brotar de

los ojos de un niño, guardián de

la ternura...



¿cuándo acabará este martirio?

se pregunta un niño, mientras

los proyectiles cruzan el cielo

dibujando MUERTE, sin compasión

y los sueños infantiles... acabados...
​

 

¿cuándo acabará este martirio?​

se pregunta un niño, mientras ​

los proyectiles cruzan el cielo​

dibujando MUERTE, sin compasión​

y los sueños infantiles... acabados...
​

También yo me lo pregunto...también yo...gracias por la poesía para despertar. Un fuerte abrazo.​

 

aplaudo tus letras y las intenciones de las mismas... un duro poema que enmarca un cruel realidad...


recibe mis saludos

 

Hermosa tragedia plasmada. Un dirigente honesto ha de reconocer que cada vez que recurre a la guerra comete un error. Sólo las estrellas son testigos mudos de nuestras rencillas. Quien muere cae al olvido...

Saludos, me gustó.