Hacer

Ayer hice seis cosas que quise,
hoy cuatro cosas necesarias,
y mañana haré una obligatoria pero importante...

Me gusta caminar por el pasto húmedo
con los pies descalzos.
De todas las cosas por hacer es la que más
me llena el espíritu...

Pero primero está tu beso tierno,
tu beso y tu remolino de caricias por mi vientre...
Vertiginosas.

Y una vez que te apropias de mi cuerpo
ya no puedo hacer nada, aunque quiera,
aunque sea necesario e incluso obligatorio.

Por lo tanto, me convierto en tu esclava,
tú me comandas como una caravela
por las nubes del cielo

y ya dejo de ser yo, para ser
lo que a ti se te antoje.

¿Por qué será que tengo esta personalidad
tan dependiente?
Adictiva.

Y en el fondo todo es una excusa para
al final del día encontrarnos
y al día siguiente, observar el espectáculo de ver
tu amanecer a mi lado...

Habiendo tanto por hacer y con respecto
a mi Adicción,
todo vale la pena
con tal de ver la figura de ese amanecer.

 

Salvo el amor nada es importante mi querida amiga; por él déjalo todo y acude presurosa a su llamada, que la guadaña del tiempo está en constante movimiento y nunca descansa. Gracias por este regalo. Un abrazo y estrellas.

 

Una cadena de sucesos que sencillamente se detiene en esa adicción que parece ser grata, un placer leerte, mi abrazo hasta tu orilla!

 

Me encanta la toxicomania del alma y su corazón en las letras.

Un placer siempre poetisa.

 

Agnes
excelentes letras...que lindo pintas esa adicción que se desarrolla
cuando se ama
felicitaciones y un abrazo
Ana