Hogareños

Siempre hemos sido muy hogareños,
muy de invertir las tardes de sábados y domingos
tirados en el sofá frente a la chimenea
y recorrer el mundo en zapatillas,
ella con el ordenador sobre las rodillas,
con sus juegos de inteligencia, sus noticias,
sus novelas históricas, yo con mis fantasías
cazando a lazo palabras en el aire como si fueran mariposas
para alimentar a mi cuaderno su hambre insaciable de poesía,
hace varios años que compartimos las mismas rutinas,
nos entendemos sin hablarnos,
nos miramos en silencio y nos contamos nuestras cosas,
cada unos sabe lo que está pensando el otro,
lo que lleva dentro,
ambos hemos desistido de resolver los secretos de la vida en pareja,
si algo hemos aprendido es a estar atentos a los gestos,
a no dar nada por hecho
y a estar dispuesto a ensillar el caballo de la alegría
para salir a galope tendido cuando el otro lo necesita.
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El estado perfecto de la pareja, que ha abonado sobre tierra fértil, con tremenda compenetración y amor. Hay un proverbio que reza que amar no es mirarse a los ojos, amar es mirar juntos en la misma dirección...Y esa puntualidad entre dos no sólo asegura que las vida cotidiana reine en armonía, sino que se perpetue en el tiempo...
Hermoso poema Osidiria!
Saludos hasta tu espacio de letras
Camelia

 

Suena muy bien tu forma hogareña de vivir en pareja, situaciones domesticas que se me antojan calidas y necesarias. Pues nada a conservar tal tesoro amigo Osidiria. Bello poema. Un abrazo. Paco.