Humo

De a pocos busco en cada sorbo de humo mi muerte
pues mi cobardía no permite terminar con ella,
¿Cómo hacer para olvidar sus versos?
¿ Cómo olvido su voz y lo que brota de ella?
¿ Cómo explicarle a mi alma que camine sola en el umbral?
limpiar de mis labios sus besos.
Ella ya no está y le imploro a mis recuerdos que cierren sus puertas,
que no permita que su imagen entre, que nuble cada una de sus caricias.
Me ayudo y me destruyo, ahora soy un ente que vaga sin rumbo alguno,
miro mis manos, mis ojos...mi amor, están vacíos.
Ella no está y me cuesta creer que su piel la definan otros versos
que aquel que no soy yo recorra su alma, su cuerpo, sus ganas.
De a pocos busco en cada sorbo de humo olvidar,
pues mi testaruda forma de ser rompió cada una de sus ilusiones,
su vida, su sonrisa...borré aquella sonrisa de la que me enamoré.
¿ Cómo luchar con mi soledad en cada noche? Despertar y encontrar
su lugar desierto...tan frío.
Veo mi reflejo en el humo, tan patético, solo y desesperado,
veo en mi reflejo mi salida, mi muerte...mi cobardía.
De a pocos busco en cada sorbo de humo huir,
esfumarme con el viento, pues ella no está y yo estoy aquí
sin poderla olvidar.


J.D.A

 

Intensidad que sobrecoge querido amigo... bellos y sensibles versos...
Un gusto volver a leerte...te abrazo con todo mi cariño...
Nancy

 

El humo, en cuestión de tiempo, desaparece, claro que sí. Y si no, hay que hacerlo desaparecer con música, con la cara puesta al sOl, o con una caminata larga a la orilla de la playa.

Saludos

 

Triste pero bella melancolía por el trazo de tu bella escritura amigo David, el humo es el vehículo que conduce al poeta de sus recuerdos al desamor. Un abrazo. Paco.