Infierno

Aún estando en la firme tierra,
Me lanzas; desde los cielos,
Contra afiladas piedras...
Contra largos y obscuros desvelos.



Aún estando en mi dura cama;
En mi mudo y vacío lecho,
Desde el silencio me hablas;
Y lates en mi pecho.



Monótono; tras la jornada,
Mi espíritu muere viejo.
Yo nazco en tu boca soñada;
Nazco desde lejos...



Te olvidas de mí. Quiero ver,
Sin verte; en tí un paraíso.
Y me arrojas, cual Lucifer,
Desde un celeste piso.

 

El espíritu no muere.
Y tú no naces desde lejos.
Tú naces desde el vientre de una madre.
Pero si esa madre es tu corazón, ¿ Por qué cabe ella en ti, y no al revés ?
No cabes tú, en ella. Será porque el centro de Todo, no da cabida al Todo.
Sino que forma parte de sí mismo. O de sí misma.
El núcleo del firmamento, es Diversidad.
Y no se deja inundar por el Cosmos.
No le deja entrar en él.