Ingenuo

Me enamoré de ella, sin llegar a calcular,
Qué tan grande amor sería, ¡No lo pude imaginar!
La abracé y nos besamos jurándonos en el altar,
Que en las buenas y en las malas, siempre habríamos de estar.
Después de catorce años, ahora miro hacia atrás,
Y una sonrisa despierta los recuerdos que se van.
Si hubiera sabido entonces lo que había que luchar,
Para mantener unida a la familia que Dios da,
Tal vez me hubiera perdido lo que he vivido ya,
Pues cobarde habría huido, sin siquiera parpadear.
Cuatro hijos hoy tenemos, la mayor ya grande está,
Una de siete callada, la de cinco viene y va,
Y el de uno es varón, regalo de Dios, seguro,
Aunque loco vuelve a uno, el quererlo dominar.
Fui un ingenuo, lo aseguro. Ni valiente ni maduro.
Fui un muchacho enamorado de una mujer de verdad.
Yo no supe calcular y por eso estoy aquí,
Agradeciendo sin más, a Aquel que me dio esta vida,
Pues encontrar no podría aunque me quiera empeñar,
A una mujer sin par, que me ama sin medida,
Y a unos hijos que en vida, me han llamado Papá.