Justicia

¡Justicia...!,

piden los sensibles,

los inocentes,

los valientes,

los náufragos

y lo humanos…

Justicia pide a gritos

que la liberen:

el alma del poeta,

el caballero armado,

el romántico enamorado…

Justicia para esta pobre

tierra

de mis raíces.

Que un día fue rica

y la dejaron huérfana,

pobre,

moribunda

y sin sepultura;

con solo unos vanos

materiales

y necios ideales

que no colmaron mis pesares.

 

Servicio y Justicia, son complementarios.
Todo lo que es útil, es valioso.
Pero lo bueno no es gratis.
Entonces, el empleado merece unos honorarios.
Una retribución.
Un sueldo.
Y la Madre Naturaleza, también.

 

A la justicia la miro con cierta prevención, algo que esta hecho por hombres no es infalible y la divina no existe pues según mi humilde opinión no existe dios. Me ha gustado tu poema amiga despertando. Un abrazo. Paco.

 

La justicia no llega sola, hay que salir en su búsqueda y, si es posible, organizada. Saludos cordiales para ti.