La casa

La casa

Al final, la ambición
se la dejo a cretinos
que viven conectados
a su chute de coaching
por Instagram y Twitter;
en manos de un gurú
que les está sacando
pasta a cien mil pardillos
con cursos y libritos
y otros engañabobos similares

Les dejo la ambición
para que hagan con ella lo que quieran
a yonkis del dinero
y el ansia de follar
por fiel bandera.
Dejo que la ambición
se les vaya comiendo
muy poco a poco
el tuétano del alma,
hasta que un día sientan que no saben
ya ni quienes son
ni a qué han venido al mundo.

Ellos se lo han buscado,
igual que yo construyo
con paciencia de chino esta casita
de versos en el árbol
de mi poema.

 

La ambición permea la visión .
Reflexivo , me gustó.
Saludos .

 

Y a mí tu reflexivo comentario.

Saludos