La Embastida

Oda Muerte
Una marcha Lombarda.
¡Silencio Cristo!
¡Silencio Dios!

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Mis pensamientos entorpecen
esta embestida ensangrentada.
Mis ideales se desvanecen al instante.

¡Oh Muerte!
¡Oh mi Vida!
¿Quién cantará para mí esta noche?

Aquí jugamos a aprehender
Aquí solo leemos la historia de los vencedores.
Mas solo es un juego; tranquilos,
pues solo es un juego.

Lánguida Muerte.
Marchan los Godos por esta tierra.
Nuestras armas son palos y piedras.
Llegan estos Godos inquisidores.
El destino crudo y estéril
ha trazado ya este camino.
Pues somos indios o colonos.
Españoles o Mestizos.
¿Quiénes somos en realidad?
¿Inca o Mapuche?
No lo sé en verdad.

¡Nos persiguen y nos persiguen!
¡Nos persigue este inevitable recuerdo!
Pero no distingo a mi verdadero captor al mirar hacia atrás.
¡Sigamos corriendo!
¡Sigamos escapando!
Pues ahora es mi ciudad impía quien juega a ser el cazador.

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Divinidad de letras excelentes.