La esfera

Tachonada de estrellas va la esfera
girando con paciencia en torno a mí,
la miro y en el tiempo que perdí
la muerte va arraigando, solo espera.

Mi lente enfoco y veo que la esfera
vierte estrellas sin fin con frenesí,
yo en el tiempo quisiera ser así:
fuente de luz que brille cuando muera.

Soy, sin embargo, hoja que marchita
se deshace en el polvo que el destino
quiere que vuelva al primitivo barro.

No quedan ojos que al llorar mi cuita
rieguen el polvo en que quizás germino,
ni carne que sustente mi desgarro.

 

¡Hola Jorge!
¡Impresionante poema, amigo! Posee la emoción intensa que percuten los grandes poemas... y también su sencillez (aparente). Envidiable la sintaxis y coherencia lograda. Vamos, pura inspiración. Los sáficos que creaste en los tercetos son maravillosos.
Nada que objetar ante semejantes versos, que aplaudo vehementemente.
¡Bravo!

 

Gracias, Andreas, me alegra que el soneto te haya gustado, aunque creo que exageras tus elogios. El vértigo de mirar al cielo con un telescopio se parece quizás al de mirar a los ojos a la muerte, jajajaja.

abrazo
Jorge

 

Un excelente soneto, Jorge, lleno de un profundo pensamiento sobre nosostros mismos y nuestra condición de "polvo que vuelve al polvo"; que ese pensamiento le llegue al poeta por medio de esa lente que le acerca al infinito, a esa esfera que gira en torno a nosotros donde las estrellas pasan con frenesí de vértigo, es algo que me enlaza con el pensamiento del gran Carl Sagan, cuya frase expongo en mi firma : "Somos polvo de estrellas que piensa acerca de las estrellas".

El ver repetida la palabra "esfera" en ambos cuartetos me hizo recordar aquel genial poema de Borges titulado "Arte poética" del que me permitiré reproducirte el cuarteto inicial :

"Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua... "

Me ha gustado mucho este trabajo tuyo, Jorge. Te dejo estrellas y reputación si puedo.

Abrazo.

 

Pareciera que gira lentamente pero no, todo se debe a su descomunal tamaño. Con honestidad no pensé en el cielo visto a través de un telescopio, sino en una de esas esferas luminosas que colocan en algunas fiestas y discotecas... Será porque alguna vez he vivido eso y el silenciarme por completo en medio de tanto ruido, derroche de energía y movimiento.

Lenta y como una exhalación -paradoja- así va la esfera, así se va la vida. ¡Y tenemos que verlo todo!

 

Ah, disculpa maestro y compañero: es un hermoso soneto. Muy mucho (como me gusta decir aunque me digan que no se puede). Me ha llegado. Saludos.

 

Gracias, Juan, me alegro de que el soneto te haya gustado. En cuanto a la repetición de «esfera», y con un efecto semejante al de la heracliteana estrofa de JLB, justamente la repetición pretende señalar la enorme diferencia entre la esfera sin telescopio y la otra esfera, esa que se ve con telescopio: da vértigo ver surgir las estrellas frenéticamente.

abrazo
J.

 

Es un hermoso, profundo y mipusical soneto que se lee de maravilla. Te felicito pues escribes muy bien. Grato leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Gracias, Isabel. No hace mucho (un par de años) que soy poseedor de un pequeño telescopio. Mi primera gran emoción fue cuando pude ver las lunas de Júpiter, con tan profundo significado en la historia de la ciencia: estas lunitas hermosas + la abismal inteligencia de Galileo derribaron la concepción geocéntrica del sistema solar... Pero cada vez que enfoco la lente donde hay, a mis ojos, una estrellla, y veo cien, siento la misma sensación de vértigo existencial.

abrazo
J.

 

Estimado J
Con la emoción de infante admirado, discurren los cuartetos, cuyo remate "fuente de luz que brille cuando muera", estimo extraordinario. Me maravillan esos tercetos trascendentes y ¡cómo lo dicen! Brillante. Un abrazo, eduardocarpio

PS Me impide acercarte mis estrellas esta maquinita que gobierna voluntades con tanta suficiencia...

 

Contemplando la inmensidad y la belleza de una parte del universo, surgen estos versos llenos de asombro, pesadumbre, dolor, realismo y anhelos. Todo tiene su hora bajo el sol, y algo me dice que hay un poeta que germinará en estos versos después de vuelto al polvo. Es un soneto excelente, amigo mío. Para mí representa una parte esencial de tu pensamiento y la sensibilidad de tu arte poético. ¡Tremendo!

 

Jajaja, César, por acá también usamos un poco en chanza ese «muy mucho»... Me alegra que el soneto te haya agradado.

abrazo
Jorge

 

Gracias, amiguita Lourdes, por pasar. Me alegra que el soneto haya sido de tu agrado.

abrazo
J

 

Muchas gracias por tus palabras, Eduardo Carpio. Mi capacidad de asombro ante las maravillas de la naturaleza es un tesoro que cuido. Y, tienes razón, tiene algo de candor pueril. Somos jóvenes, muy jóvenes, si medimos nuestra vida en tiempos siderales...
abrazo
Jorge

 

Gracias, Elhi. Me alegro de haberte complacido con este soneto. Sabiendo que el «amiguismo» no carcome nuestras opiniones, le daré una nueva consideración a estos versos «siderales».

abrazo
Jorge