La espera

La espera

Sin nada que ganar, sin nada nuevo
que perder, ya sin nada que me impida
odiar mi corazón, sin más salida
que cuatro versos malos, ni me muevo.

Con sueños enterrados, con placebo
que ya no da placer, con mi manida
manera de dolerme por la vida,
con pan de cada día que no pruebo.

Sin nada y con un todo aborrecible
por tedioso, me entrego a la tarea
de no hacer nada y todo, abandonado.

Y sumido en rutina previsible
he dejado al deseo en la azotea
esperando que se haya suicidado.

 

Soneto donde lo que brilla es ladesesperanza, pues el final anhelo de que el deseo deje de existir es elocuente. Mi saludo cordial.

 

Toma ya! Un comentario!
Soy tan feliz.

Vamos Vicentico, dime lo que piensas.

Anímate, que tú también puedes.

Saluti

 

Y aveces nos sentimos así y llegamos el fondo a tocar. Se va con el suicidio el pensamiento y sólo nos queremos derrumbar. Pero hay rayos siempre... Siempre los hay. Un abrazo.

 

Gracias por pasar por aquí.

Madre mía, ya llevo dos comentarios.

Estoy en racha.

 

Estimado Líricodetrito, Mundopoeta:
Espero que el deseo no se haya suicidado
o que la azotea se encuentre en el primer piso... jeje.
Y sí, a veces pasamos por una racha mala, de splín...
Abrazos, poeta.