La gata

Un leve cansancio

se posa en mi cintura.

Mis hombros cargan con un peso inexistente;

no estoy acostumbrada

a estudiar muchas horas en una silla

y añoro mi sillón,

mi mesa.

El cuerpo se revela como niño mimado

hecho de pequeños caprichos.

Mi vida esta compuesta de esas cosas

que hacen de mi una mujer alegre.

Lidiar con lo cotidiano

me asegura un día feliz.

Añoro algunas salidas

a algún lugar histórico,

conversaciones con los amigos…

y luego saborear de nuevo

lo mas cotidiano.

Despertar en la cama

con la gata a los pies

atenta a mis movimientos,

es un dulce sueño al abrir los ojos

salir a la terraza,

las risas de mis hijos,

la briega apacible.

Como un río tranquilo,

revuelto y atropellado otras,

pero transparente los días cálidos

quiero mi vida.

 

Quedarse en esos espacon para beber de un ambiente
pleno de vida, describir desde la tristeza posibilidades y
hallar que en los elementos sencillos hay vida. la
gata deja pues esa relajacion agasajada de instantes.
bellla comunicacion de una tristeza que acaricia.
felicidades. saludos de luzyabsenta

 

Es muy bonito lo que dices
Un abrazo
Maria

 

Gracias Maria por la amabilidad de tus respuestas y
sobre todo por ese bello abanico de sensaciones que
entregan tus obras. saludos amables de luzyabsenta