La lluvia:

Estalla la tormenta de pronto,
con aviso como siempre:
Con olor a tierra mojada
y a lluvia recien llegada.

Un telón de teatro es el cielo,
rasgado por rayos filosos.
Flamea esa tela a su antojo
y se tiñe de plata y rojo.

La lluvia embriaga con su aroma.
Impide ver tras la cortina de agua
y escuchar con su batir de tambores,
a todo áquel que a mirar se asoma.

Nos fascina como una maga
con su oficio atemporal
de dejarnos suspendidos ,
entre el presente y lo vivido.

La lluvia elige al azahar
momentos que pone en escena,
retazos de nuestra vida
sacados como de una galera.

Y nos insta a mirar a través
del cristal de las ventanas,
y deseamos alcanzar
lo que está allá afuera...

Buscamos como por instinto,
en ese horizonte zigzagueante,
que nos sacude y nos da tregua
cuando lo miramos un instante.

Dinos de una vez lluvia:
Allí arriba hay algo que debemos oir?
Allí hay algo que debamos saber?
Entonces calla y déjanos escuchar,
abre de una vez el cielo
y déjanos ver...

Y si no, haz lo de siempre:
Susúrranos cuando dormimos
el secreto que traes
que al despertar seguiremos,
aún sin recordar...

Paloma Martin
　
　
　
　
　

 

Saludos cordiales, Paloma. Dejo huella de mi paso por tu hermoso poema. Bellas imágenes nos regalas.

 

Gracias! Por suerte encontré el camino hacía tu poesía para poder pasar también y quedarme allí a disfrutarla.
Saludos:
Paloma.

 

Muy bello y sensible poema amiga...
Un gusto leerte...te abrazo con todo mi cariño...

 

Mil gracias!. Encantada de que leas y aprecies mi poesía.
Saludos:
Paloma.

 

la lluvia es mágica, una deliciosa poesía poeta, abrazos

 

Mil gracias por leer y apreciar lo que escribo!
Saludos:
Paloma