La muchacha

veinticinco años
dos hijos lacerantes
demasiado grandes, niño y niña
cada uno con seiscientos gramos extra

el doctor enlistó sobrepeso
arrugas
celulitis
ojos demasiado negros
vitamina E faltante
colágeno al lado izquierdo
y uñas cortas.

el escritor no escribe
las manos soñadoras
esquilan otro cuerpo
la iglesia de los muslos
cerrada desde hace meses

está la muchacha secándose
el agua femenina
alisándose los pechos con músculos
enflacando hasta los huesos
armada de cientodiez kilos
ayunando hasta de amor
el pastel mejor muerta
que otra muera, y ella

vivirá la gloria

 

Tienes una mirada taciturna, un hecho asi, la parturienta, la preñada y tu la miras con poesía si bella poesia, y singularidad! un abrazo y estrellas!

 

Que bello poema amigo, me gustaron las frases. Hermoso. Saludos y estrellas. Besos con cariño.

 

jajajaja
que comentario tan atinado!
Una vez me impresiono mucho la pintura de unos zapatos. Me di cuenta que
para el no importaron mucho los zapatos, y tal vez tampoco la vida del hombre que los
llevo. No estaba representando algo. Simplemente vio esa figura de pieles retorcidas
y cordones girando por el espacio como una oportunidad de hacer musica visual.
El tema y el objeto fueron un pretexto. El pintor los filtro por si mismo, acentuo aquello
que considero significativo, uso su material y tela y le puso la firma de su propia
vida.

El resultado fue no un par de zapatos, sino muchas vidas enredadas en esa pintura.
Entonces....yo he usado a una chica de gimnasio como un pretexto para escribir.

gracias por andar por aqui.
=)

 

Gracias poetisa!!!
Aqui andaremos leyendonos.

Un placer leerte tambien y ver que andas por aqui...
=)

 

Hola
interesantes características de la muchacha,
pero a pesar de ello conserva la calidez del campo
y ese olor líquido donde algunas veces refrescó
sus pies de niña.
Grato leerte Saludos y estrellas
¡SONRIE

 

se haga lo que se haga, y se vea como se vea al espejo,
siempre sera mujer!!!
No es genial?

Gracias a Dios por las chicas!
=)

 

Amigo Quinto yo soy madre antes que mujer. La naturaleza nos diseña con ese fin. Aunque se puede ser madre sin parir. Hay que comer para vivir y no vivir para comer, porque después de parir resulta que nos quedamos con sobrepeso y con paciencia lo iremos perdiendo sin olvidar que hay que comer para vivir sin preocuparnos tanto por la silueta que hasta la muerte ha llevado con la anorexia. Besazos, estrellas y repu si me dejan.

 

Ahora veo que con este poema he pecado de ambiguo jeje.
Doy la impresion de hablar de una recien parida, cuando en realidad el poema es sobre una
chica con dos ninos ya con algo de edad.
:::blush:::

Pero igual un millon de gracias por pasar y leer chica.
Abrazos a ti y a todos los tuyos.