La playa

La música y eso...
que nos unía y nos une.
El divorcio más gótico,
entre tu piel y tu cabello.

Tus ojos imposibles y tu viento sincero.
Caló más que la imagen, el hondo sentimiento,
como el resto abisal en un naufragio
queda siempre, y pasa la tormenta.

No sé lo que hemos sido ni sé lo que seremos,
quizá más que ninguna otra pasión difuminada,
famélica y ya cálcica, en el hueso del tiempo.

Yo dejo evaporar mis plasma vibratorio,
que gravita en la nube de los versos.
Los besos los dejamos para el mundo terreno,
esclavo en las cadenas de sus cuerpos.

La estática se invierte en el momento.
Callados nos amamos cuando crece la luna,
y entonces nos movemos...

 

Hermoso Sentimientos y si el sentimiento cala aun mas Hondo, un gusto leerte, Ojala te dieras una vuelta por mi Solitaria Poesia http://www.mundopoesia.com/foros/showthread.php?t=467921&p=4684927#post4684927

 

Muchas gracias, me alegro de que te guste. Saludos.

 

Me bajo a esta playa en calma, a recordar el verdadero amor en tus líneas, el empellón a tierra de las olas cercando la pleamar y en su retirada cuando el receso se acompaña de una sempiterna y difuminada puesta en el hilo semienterrado del horizonte, semicavando el hueco en el iris. Por allí cabe el amor y el abismo de la razón.

Tus ojos imposibles y tu viento sincero.

Yo dejo evaporar mis plasma vibratorio,
que gravita en la nube de los versos.
Los besos los dejamos para el mundo terreno,
esclavo en las cadenas de sus cuerpos.

Encuentro en tu poema la esencia de lo metafísico, el hábil corredor por donde discurre el sentimiento entre dos almas, no entre los cuerpos. Entre vehículos que se cruzan, de horizonte a horizonte, de zénit al ábside del cielo, hasta frotarse y ceñirse en el camino, como en un vals empíreo y celeste, o un tango en ascenso por las lianas de las nubes hacia la viña de nuestros techos.

Me alegra releerte de nuevo, por aquí feliz o no, genial escrito

 

esa incertidumbre
de presentirse y no saberse a ciencia cierta,
es la que te hace no renunciar, y vivir atado,
a algo que sublimas con el paso del tiempo, hasta volverlo añejo.

hermosa poesía Francisco, un placer siempre.

No sé lo que hemos sido ni sé lo que seremos,
quizá más que ninguna otra pasión difuminada,
famélica y ya cálcica, en el hueso del tiempo.