La sierra

la sierra me mira
como a un animal huído
con sus rocas esquistosas
con sus fragantes romeros
con sus fuentes deleitosas

LA SIERRA

Suspendida de la tramoya sideral
la sierra
como un sereno animal dormido
pace paciente la sustancia del tiempo
Ignora con displicencia al mar
esa otra bestia azul a la que sabe
-a la vez que ignora-
tan infinitamente lejana y por eso tan cercana

Como una ambigua odalisca
que araña las manos que la acarician
como una impávida esfinge
que acumula los secretos y algún gozo
de los hombres
como una ola sólida escapada del mar antiguo
erizada por los pecios imprecisos
de los griegos que la hollaron.

Esta sierra que almacena
los ojos hechos misterio con el antiguo antimonio
que ciegos miran espejos
donde duermen las hetairas ateridas
esta sierra que nunca fue guerrero ni vuelo
de las veloces gaviotas.
Esta sierra que me mira
y guarda celosa mis miradas.

Sierra que aguarda mis pies de renunciado romero
de vieja encina varada que quiere dormir
bajo de su propia sombra
junto a rocas de tez arrugada y fantasmagorías feroces
con los ojos congelados por el terror de lo eterno
sierra vecina mía
déjame nadar
como un marino irredento
en el mar que llevas dentro

 

Una profunda conexión con la montaña, que refleja su mirada y guarda sus recuerdos, mientras busca consuelo en su sombra entre rocas antiguas.

Saludos

 

Mi querida Eratalia: Un garabato de Rembrandt siempre será un garabato... pero de Rembrandt. Igual que una villanela, o un soneto, de Eratalia siempre serán villanelas o sonetos, pero de una magnífica poeta que sabe añadir esa esencia que hace de la palabra poesía, que sabe escribir con la Luz. Todavía me admiro, a veces, de mi atrevimiento por escribir en público; y además llamarlo poesía. Por eso la califico de surrealista, como subterfugio. Feliz Pascua; espero que hayas disfrutado de esa magnífica Semana Santa murciana, con sus salzillos y todo eso. Un cordial saludo,
miguel

 

Bienvenido de nuevo, Alde, querido amigo. Esta sierra, que pude recorrer a pie en mis años jóvenes, ha trasminado su esencia en mis ya viejos huesos. Ahora quiere que devolvamos esas esencias impropiamente raptadas. No se si será posible. Un cordial abrazo,
miguel

 

Tienes toda la razón IVAN TERRANOVA; al menos uno de mis lectores ha sabido captar la intención de mis versos. Gracias. El alimento espiritual del ser humano está en la tierra que lo soporta; cuanto mayor sea la capacidad de ese ser de entenderse y hacerse uno con el paisaje, más completo y feliz será. Un abrazo, querido amigo. Felices días.
miguel

 

Gracias, good. Pues sí; quisiera dormir el sueño eterno, si es que lo hay, en las entrañas de la tierra, esparcidas mis cenizas sobre ella. Puede que mi escasa talla como ser humano se vea engrandecida con la de un hermoso pino mediterráneo, o una solemne encina de mi tierra extremeña. Todo pudiera ser... Un abrazote,
miguel