Las Kellys

Donde corre la lejía
impera el Gelocatil,
salfumant de los calmantes,
remedio contra el esplín.
De los antiinflamatorios
feligresas, con mandil,
las camareras de piso
contra reloj, en un tris
dejan niquelado el hábitat
del hospedaje feliz.
Externalizan sus puestos
sin convenio y otrosí
aunque menguan su salario
las fuerzan a sonreír.

¡Ay las kellys de Sevilla,
ninfas de un Guadalquivir
entreverado de efluvios
de amoníaco y jazmín!

¡Ay las kellys de Alicante,
Lloret de Mar y Cunit,
limpiadoras de Mallorca
de esparto y guante de crin!

Mujeres contra el abuso
dueñas de su porvenir.
Albaceas de la lucha
contra el patriarcado hostil.

 

Las Kellys son un movimiento muy reivindicativo. También son contrarias a los sindicatos mayoritarios. Dicen que son parte del problema. Recientemente han propuesto la creación de una plataforma de reservas (OTA) para recomendar los hoteles que ellas consideran que dan un trato justo a las camareras de piso. La problemática pasa necesariamente por reconocer que detrás de un nombre de mujer hay también ese montón de fármacos que deben tomar para hacer frente a las exigencias del día a día en los pisos. Un problema de salud de primera magnitud. Un saludo. Luis

 

Gracias a ti, Luciana. Un saludo.