Latidos

Entrando a mirarte, verte, tocarte,
sentirte tan cerca que puedo quemarme,
perderme, encontrarte, besarte, tenerte
delante, acercarme, rozarte y morirme.
Escribirte, sentirlo, acordarme temblando,
quererte en silencio, callarme pensando,
observando tu cuerpo está amaneciendo,
viviendo, soñando que puedo alcanzarlo.
Te siento tan dentro, lo llaman amor,
yo digo tu nombre, me suena mejor
y le digo a Dios rezando hacia el cielo
que prefiero el fuego a que digas adiós.
Romperme por dentro si te tengo lejos,
si me estás mirando me rompo en pedazos,
rimando en tus ojos, viviendo en tus brazos,
salto hasta el infierno si esperas debajo.
Me cedes el puesto al número uno,
yo seré tu cena tu mi desayuno,
me quedo con hambre, escribo tu nombre
y lo bien que queda no queda ninguno.
Por fin está claro, por eso lo canto,
lo cuento con versos que matan mi llanto,
tu amor es el manto que me da calor,
que se apague el Sol, contigo me basto.
El viento que agita mis alas,
eres la luz que me brinda un mañana,
mi loba y mi dama, mi luz y mi llama,
el latido que eleva mi encefalograma.
Mi vida, mi risa y mis ganas,
mis pasos, mi norte y mis coordenadas,
reina de miradas, bálsamo en la llaga,
no estás a mi lado y no valgo de nada.
Que yo lato al ritmo de tu parpadeo,
que te escribo versos con sangre en la Luna,
muero en tu cintura aprendiendo solfeo,
yo creo en lo que veo y te miro desnuda.
Yo no soy nada, sólo lo que pidas,
tu fiera en la cama, tu hombre de por vida,
puerta de salida, risas y canciones,
aire en tus pulmones y alcohol pa' tu herida.
Tu copa en las noches, tardes de sofá,
los oídos que escuchen si quieres hablar,
si no puedes más yo te cargo en brazos
y rompo en pedazos lo que te haga mal.
Yo no soy sin ti,
siento que estoy vivo al verte reír,
que por fin respiro y que cada latido
solo es merecido al hacerte feliz.
Te doy mi vida aunque sé que es muy triste,
pero si te quedas yo puedo cambiar,
sigo siendo Dan, el chico desastre,
a ese que besaste y no pudo ni hablar.
Te escribiré más, quédate a mi lado,
que si tú me quieres todo saldrá bien,
escribe en mi piel sólo con tus manos,
tú pones la tinta, yo seré el papel.
El viento que agita mis alas,
eres la luz que me brinda un mañana,
mi loba y mi dama, mi luz y mi llama,
el latido que eleva mi encefalograma.
Mi vida, mi risa y mis ganas,
mis pasos, mi norte y mis coordenadas,
reina de miradas, bálsamo en la llaga,
no estás a mi lado y no valgo de nada.

 

La divinidad del arte en la expresión preciosa, en la hermosa inspiración sublime.

 

Amigo Traficante, mis aplausos para tu poema y tu magnífica inspiración y entrega! encantado compañero! un placer conocer tus letras, saludos! feliz día para ti, y hasta el próximo verso.

 

Gracias por aquellos que me han leído, es un honor

 

Hermosas letras amigo..
es muy grato leerte
saludos.....

 

Emocionante trabajo excelente y sobresaliente, maravilla de talento soberbio.