Laurel..., clavel...

Con la hoja de un laurel
en mi libro señalaba
el poema que glosaba
la belleza del clavel.
El perfume del papel
de aquel libro, si se abría,
dejó de oler un buen día
cuando el laurel se secó
y el clavel, me pareció,
también la vida perdía.

 

Bella y sencilla inspiración? Que deja sutiles perfumes de flores y poemas.

Un abrazo

Alfonso Espinosa

 

Excelente décima, versos que están llenos de melancolía y belleza. Un placer pasar por su poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Gracias, querido amigo, por tus gentiles palabras a mis letrillas.
Abrazos.

 

Muchísimas gracias, estimado Fernando, por sus siempre amables comentarios.
Reciba un fraternal saludo.

 

Ayyy Salvador qué versos más melódicos y profundos. La esencia de las cosas perdura en el recuerdo, pero el tiempo pasa por su filtro la belleza volviéndola efímera. Me ha encantado leerte mi querido amigo, siempre me encanta. Besazos con mucho cariño y mucha admiración.

 

Querida amiga, qué comentarios tan hermosos a mis letras. Efectivamente la esencia de las cosas perdura en nuestra memoria, más si representan las que nos parecen bellas. Yo últimamente marco los libros con hojas de laurel y se perfuman.
Con mi abrazo muy, muy fuerte.