Lejos.

Circula sangre dentro de mi cuerpo.
Mi corazón late, late y late sin parar.
Respiro,
exhalo e inhalo el oxigeno.

Camino por las calles, me aseguro de
mirar hacia los costados para cruzar la
avenida del instituto.

Hablo con los demás solo cuando es
necesario.

Sonrió al responder normalmente a
todo.
Mantengo lejana la mirada.
Estoy aquí pero en realidad no se dónde estoy.

Me ven aqui, pero nada hay en mi.
Nada soy, nada siento.
Los ojos rotos no los voy a explicar.
Mi bajo tono no lo voy a alzar.

Me siento lejana, en soledad.
Estoy un poco rota, no me importa nada más.
Vacía la mirada, vacía mi voz.
Sin nada por dentro, sin nada por fuera.

Ya me da igual esta tristeza.
Interesante seria que vuelvas.
Llorar, la misma rutina todos los días.
Dormir para no pensar.

No siento, no pienso, no aguanto, no rio.
Ya no quiero ser más, ya no quiero estar más.
Lejos estoy, no me siento más.
Qué mal, tu ausencia, otro vacío más.​

 

Hermosa y sentida obra donde la nostalgia y el dolor arrancan lágrimas del alma.Pero siempre habrá un rayo de luz que llene el corazòn y ver la vida de otro color.Felicidades poeta.Un beso..

 

Bello y triste poema nos dejas.
Un gusto leerte.

Saludos,

Lourdes