Limpio.

Sigo al pie del cañón, pero necesito darme cuerda,
pues soy muñeco con aliento de vida propio.
Unidad biológica de consciencia.
Comer, dormir, cagar, mear, asearme, vestirme, salir, entrar...


Visto y no visto. En un abrir y cerrar de ojos. ¿ Quién se ha dado cuenta ?


Los hechos universales no necesitan testigos.
Y diré: Sí, yo existía, por aquel entonces...
Yo conocí la prisión de Alcatraz, en los Estados Unidos.
Y en Estocolmo, la de Langholmen.


¡ Claro ! Fui un presunto implicado, en algunos hechos delictivos de gran calado social.


Durante el siglo XXI.
¡ Cuánto he sufrido ! Pero no adorné mi cuerpo, con tatuajes.
Y responderán, a coro:


" No te creemos. Pero da igual: Tanto monta, monta tanto, Ysabel como Fernando. "


¿ Tanto da, da lo mismo ? Aquí, en el cielo, no se está tan mal como pensaba.

 

Con tanto prontuario delectivo, mi querido Nommo; realmente cree... que se encuentra limpio...
por favor.... yo lo quiero pero no tanto mi amigo... espero que nos explique... el por qué ? se
merece el cielo... conociendo todo lo que hace e hizo en la vida...

 

Merezco el cielo, pero sólo como visitante.
Es decir que vuelvo a la Tierra, porque echo de menos mi casa.
Y exclamo: ¡ Mi casa ! ¡ Teléfono !
Hablo con Elliot y me envuelve en una toalla.
Luego, salimos a dar una vuelta, en su bicicleta.
Y si hay Luna llena, echamos a volar, como nos enseñó Steven Spielberg.