Llegó dispersa

Llegó dispersa

Llegó serena y callada
en la plena madrugada
con pasos lejanos cansados
sin altivez ni desdeños,
y sigilosa se posa
en la justa mitad de mis sueños.

Llegó callada y serena
sobre un ave de plumas rizadas
de sus ojos caían cascadas
y en mi alma con calma se aloja
como cristal de rocío, en el envés de la hoja
como el témpano al frío, como la espuma a la ola,
llegó en la noche callada, con ansias en la mirada
como las voces perdidas, más allá de la nada.

Llegó vertiendo fragancias de albos amaneceres
aromando de azahares cuando de emoción tremieres
con rostro enlunecido desandando los pasos volvieres
envuelta en fina hiedra y entre sus manos guardados
los rostros olvidados de cal, de arena y de piedra.

Llegó en añil estela desnuda y tan ligera
disuelta en largos versos de inviernos y primaveras
y con un solar eclipse, se ató la cabellera
en un ritual despojo de místicos antojos
bordó de azules sedas, los gorriones de sus ojos.

Hay tiempos inconformes en instantes pasajeros
como lobos peregrinos que abandonan la manada
son las aguas derramadas sin fronteras ni caminos
son playas desoladas sin oleajes marinos.

Llegó dispersa y confundida con la lluvia inesperada
regresando del olvido no recuerda su morada
la que cuando ilusionada me dejaba el abandono
sin tener razón ni modo mi querencia traicionaba.

 

Gracias Mireya, tus palabras son flores, besos.

 

Agradecido, querida amiga, abrazos.

 

Agradecido poeta, por tus sensibles palabras.
Un abrazo.