Lluvia

Lluvia

Es dulce la lluvia,
me hace pensar en ella,
y olvidar el dolor que me consume.

Me hace desviar el pensamiento,
del dolor que destruye mi alma nuevamente.

Nuevamente arde la llama del dolor,
intensamente arde en mi corazón,
el dolor que hace cenizas mi amor,
y me deja por muerto en el desierto de la desilusión.

Es dulce la lluvia,
renueva la humedad de mi corazón seco,
hace fluir los ríos de mi pensamiento,
inunda mis sentimientos, me hace vivir,
me hace soportar el sufrimiento de estar sin ti.

Es dulce la lluvia, me susurra al oído,
me acurruca entre sus brazos,
el sonido suave de sus gotas al llegar al suelo,
sonido apacible al alma, sonido de consuelo.

Es dulce la lluvia, su delicadeza es relajante,
así como sus gotas ceden a la gravedad,
así cedí yo a tus encantos,
y ahora me encuentro enamorado.

Desesperado, sin saber que hacer para arrancarte,
ni siquiera seria capaz,
te amo, y ni te imaginas
lo que daría por que fueras mía.

Es dulce y tierna la lluvia,
me acaricia y me dice que no me de por vencido,
me hace obviar el hecho de que no estoy contigo,
me hace recordar que siempre tendré su compañía,
es dulce la lluvia, mi eterna amiga.

 

La eterna amiga y compañera de los enamorados y melancólicos poetas... la lluvia...

Muy hermoso poema. Saludos,

 

¡Es cierto! La lluvia es mi compañera cuando tengo melancolía. Me gusta tu poema.